En tiempos de globalización empresarial, menos empresas pueden permitirse operar solo en sus mercados locales. Por lo tanto, muchas grandes empresas abren filiales en otros países, ganando así sucesivos mercados objetivo. La división de grandes empresas en pequeñas empresas regionales o sucursales, que son más fáciles de manejar, se está convirtiendo en una tendencia creciente.
La expansión de las empresas a los mercados extranjeros viene con la necesidad de emplear trabajadores que hablan la lengua local, por lo tanto, es importante que el sistema de gestión empresarial también esté disponible en esos idiomas.