El proceso de compra de un cliente ya no se centra en un único canal de venta en particular. Los clientes han pasado a comprar indistintamente en tienda física, a través del comercio electrónico, teléfonos inteligentes o desde tiendas de tipo Pop-Up. Un proceso cada vez más complejo donde las tecnologías evolucionan constantemente y se interconectan para crear un entorno omnicanal donde el consumidor sigue siendo el rey, tanto en un marco B2B como B2C. Este enfoque centrado en el cliente ha dado lugar a nuevos desafíos para los distribuidores que desean gestionar sus puntos de venta desde una única herramienta